Hoy viene a tomar el té... Mónica Crespo

1.- ¿Por qué te gusta leer?

La literatura fue uno de los descubrimientos más increíbles de mi infancia (y podría decir que de mi vida). Mi madre me leía cuando era pequeña y cuando pude leer por mí misma, me volví una lectora voraz. Con el tiempo llegaron las ganas de escribir, aunque una no es consciente de ello hasta que lo ve en perspectiva, simplemente creces leyendo e imaginando historias, escribiendo cosas que se te ocurren, que poco a poco van adquiriendo esa intencionalidad literaria. La lectura y la escritura se alimentan mutuamente, y te nutres de ambas para vivir, y para aprender a escribir y a leer cada vez mejor. Creo que la vida sin literatura sería una existencia muy plana, una única vida posible de la que por muy apasionante que sea, no te puedes sustraer. La literatura es como un edificio con muchas plantas y habitaciones que visitar y descubrir, que no se acaba nunca, y donde la vida se amplía con un horizonte de experiencia y comprensión que va mucho más allá de nosotros mismos.

 2.- ¿Recuerdas cuál fue el primer libro que leíste?

Caperucita roja, creo que tenía tres o cuatro años. Era un libro pequeño, con unas dimensiones perfectas para mis manos, que tenía la silueta de Caperucita roja, con la caperuza y la cesta, y me parecía una muñeca de cartón. Recuerdo que me flipaba porque al abrirlo aparecían las letras y los dibujos y mi madre me lo leía por la noche, se lo pedía una y otra vez, y después lo leía yo, cuando pude hacerlo por mí misma. Incluso me grabaron leyéndolo en voz alta con el primer radiocasete con grabadora que compraron en mi casa: había que probarlo, y allí fui yo dispuesta a hacer la prueba de voz, con mi cuento, por supuesto.

3.- ¿Cuál es tu libro favorito?

Los libros favoritos van cambiando a lo largo del tiempo, pero ahora mismo, te diría Madame Bovary de Flaubert, La cámara sangrienta de Ángela Carter o Las historias de cronopios y de famas de Cortázar. Y los cuentos de Amy Hempel, Lucia Berlin o Clarice Lispector.

4.- ¿Y tu momento favorito para leer?Por la noche, cuando todo está silencio y no tengo que ocuparme de nada más.

5.- Descríbenos tu rincón de lectura.

Leo en cualquier lugar, me encanta leer en la playa a última hora de la tarde, cuando ya estoy harta de bañarme, pasear y no hace tanto calor, en los viajes en autobús, en tren, en el metro, pero leer en la cama es lo que más me gusta, es el mejor momento, y además lo necesito para poder dormir.

6.- ¿Nos recomiendas un libro infantil?

Cuando se me acabaron los cuentos clásicos descubrí a Los cinco de Enyd Blyton, los leía de niña sin piedad, a veces, hasta tres al día; más tarde La isla del tesoro de R. L. Stevenson, La isla de los delfines azules de Scott O´Dell que me sorprendió por el coraje de la protagonista para sobrevivir sola en una isla; La pequeña Dorrit de Charles Dickens, y por supuesto, El Hobbit, El señor de los anillos de Tolkien o La historia interminable de Ende. Son libros que me marcaron profundamente y aún recuerdo de una forma muy viva. Me dormía leyéndolos y nada más despertarme encendía la luz para seguir leyendo por el punto donde había dejado la lectura la noche anterior. Supongo que la felicidad y la intensidad con la leía en aquella época tiene mucho que ver con el apego a estos libros.

 

Biobibliografía

Mónica Crespo Doval, nació en Bergara, Gipuzkoa, en 1974. Es profesora en la UNED e imparte Talleres de escritura creativa desde el año 2000 en distintas instituciones, centros culturales y Talleres de escritura creativa en Bilbao y alrededores. Es licenciada en Sociología, ha cursado estudios de Doctorado y CAP en Lengua y literatura. Obtuvo una Beca Predoctoral del Gobierno Vasco con la que realizó una Estancia de Investigación en el Instituto de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Buenos Aires, donde estudió literatura y escritura creativa.

Se ha formado en numerosos talleres en Buenos Aires, Madrid, Barcelona,  en la Scuola Holden de Alessandro Baricco, con la beca de escritura My migrant story, y en congresos pedagógicos de escritura creativa en Turín, Finlandia y Praga organizados por la European Association of Creative Writing Programmes. Las madres secretas es su primer libro de cuentos, publicado en la editorial Base (2017).

Hoy viene a tomar el té... Ana Morilla Palacios

1.- ¿Por qué te gusta leer?

Leer forma parte de mi vida desde que tengo recuerdos. Soy lectora temprana. En casa, mi madre era una gran lectora y nos inculcó a mi hermano y a mí que era necesario leer. En aquellos tiempos (¡ay!, era la época de la Movida, qué grandes cosas se hicieron entonces) el Bibliobús recorría los barrios obreros, como era el mío, cargado de libros que los niños nos lanzábamos a sacar en préstamo. Qué bonito poner ruedas a los libros para que salgan a la calle. Era un poco como La Barraca de la República que llevaba el teatro a las zonas aisladas, pero en versión libro. Cuando era adolescente ya lo había leído todo.

2.- ¿Recuerdas cuál fue el primer libro que leíste?

Ojalá tuviera tan buena memoria para acordarme del primero. Sí recuerdo los que leía cuando era niña. Especialmente una edición muy antigua y expurgada de Las mil y una noches donde descubrí a Sherezade, Simbad el marino, Aladino, Alí Babá… Recuerdo también unas ediciones maravillosas de Bruguera con grandes clásicos como Moby Dick, Tom Sawyer, Mujercitas, El último mohicano… Naturalmente todo Julio Verne, Emilio Salgari y los románticos, Walter Scott, Washington Irving… por no decir que me encantaban las Leyendas de Bécquer, ¡qué de fantasmas! ¡Oh! Sinuhé el egipcio, qué huella me dejó en la adolescencia, como las Brontë o Jane Austen. ¡Tantos!

3.- ¿Cuál es tu libro favorito?

Los míos, ja ja ja, los que edito yo y los que escribo, y ya que estamos los de mis amigos. En serio, sería imposible escoger uno solo, aunque Safo, Catulo, Petronio, siempre me han fascinado. Increíble cómo el ser humano ha cambiado tan poco desde la Antigüedad hasta hoy (verás que me he ido a los eróticos, ja ja ja). También todo el boom hispanoamericano, qué impresionantes García Márquez, Juan Rulfo, Vargas Llosa. Para llorar. Leerlos es asumir que son dioses. Nadie ha escrito ni escribirá nunca como ellos. Los escritores de hoy con respecto a los maestros del boom son como aquellos sabios de la Edad Media cuando dijeron que eran enanos subidos a hombros de gigantes, refiriéndose a los autores de Grecia y Roma.

4.- ¿Y tu momento favorito para leer?

¡Si yo leo las veinticuatro horas del día! Es mi trabajo, ja ja ja.

5.- Descríbenos tu rincón de lectura.

En mi sofá del salón, tumbada, apoyada sobre unos buenos cojines. Con mi perro y mi gato al lado. ¡Qué placer!

6.- ¿Nos recomiendas un libro infantil?

Los cuentos de Belén (Dorothy Ediciones, 2017) de Belén M. Fuentes, una joven con síndrome de Asperger muy luchadora, que ha cumplido su sueño de ser escritora. Son siete cuentos donde las protagonistas, niñas muy resolutivas, plantan cara a los problemas. Creo que tiene mucho que enseñar a los críos. Yo he aprendido muchísimo de Belén.

 Bio-bibliografía

Ana Morilla Palacios vive para los libros. Por amor al arte es doctora en Teoría de la Literatura, así como máster en Estudios Literarios. Círculo vicioso este de estudiar que inició con Filología Hispánica. Es directora de la editorial Artificios y la otra mitad de Dorothy Ediciones (junto con Sabina Morante). Por puro masoquismo también es lectora y correctora para otras editoriales. Desde hace ocho años imparte talleres de escritura creativa; es coach literario y nada le produce más felicidad que el hecho de que uno de sus alumnos gane un merecido premio literario. Cree en las virtudes de la novela histórica y por ello junto a Carolina Molina y Mario Villén forma la asociación Papel Bermejo. Junto a Sabina Morante y Carmen Bedmar es parte del Pabellón Número 13, que pretende fomentar la lectura de modo un tanto naíf.

Ha publicado los libros de divulgación Libertinos, pornógrafos e ilustrados (Traspiés, 2016), este junto a Miguel Á. Cáliz; El último amor de Safo y Sonetos de Mercedes Matamoros (Biblioteca Virtual de Andalucía, 2013); Mercedes Matamoros: El último amor de Safo (Biblioteca de la Universidad de Granada, 2012); además de distintos artículos de divulgación sobre mujer y literatura. Es autora del poemario La ciudad herida (AVM, 2013); así como de los relatos “Amor verdadero”, en Amor con humor se paga (Artificios, 2018); “Se equivocó la Paloma” en La Paloma (Artificios, 2017), que coordinó en homenaje a Frida Kahlo; “Ingeniosa invención”, en Cervantes tiene quien le escriba (Traspiés, 2016), en el centenario del autor del Quijote, libro coordinado junto a Carolina Molina; “La monja y la tuerta” en Dolor tan fiero (Port Royal, 2015), en el centenario de santa Teresa; “La bella dama sin suerte” en Pequeñas historias (Editorial Seleer, 2014); “El Club del Lunar” en Cuentos engranados (TransBooks, 2013); “Georgina escritora”, en Relatos de bibliotecas (Editorial Universidad de Granada, 2013); “La breve historia de Juan T.” en El Heraldo del Henares (2012); “La boca velada” en Relatos de verano (Ideal, 2011); “La ternura de Godfrey” en Cuentos de invierno (Ideal, 2011); “Femme fatale” en Bloody Mary y “Síndrome de amor súbito” en Amor en tabletas (ambos libros editados por El Defensor en 2010). Es autora de las obras infantiles El libro de Gabriel: títeres para niños gigantes, estrenada en la Facultad de Filosofía y Letras de Granada (2013) a cargo del grupo Cuéntame un Cuento, y Navidad mágica en la Biblioteca Francisco Ayala de Granada (2015) a cargo del grupo Verso Vivace.

Hoy viene a tomar el té... Maruja Moyano

1.- ¿Por qué te gusta leer?
Esa es una pregunta muy difícil. Siempre me ha gustado leer, sumergirme en las historias, vivirlas, aprender… no sé, es una parte importante en mi vida.

2.- ¿Recuerdas cuál fue el primer libro que leíste?
Tengo tantos años, que no puedo recordar cuál fue exactamente el primer libro. Posiblemente, si no el primero, uno de los primeros, fue Mujercitas, también recuerdo en aquellas fechas lejanas, varios libros de segunda mano que me compró mi padre, eran de Tarzán. La verdad es que me entusiasmaron.

3.- ¿Cuál es tu libro favorito?
Tengo muchos libros favoritos, pero ya que te empeñas en que elija, siempre recomendaré El clan del oso cavernario, y por supuesto, toda la saga, en total son cinco libros, al menos son los que yo tengo de Jean M. Auel. Es una de las historias más hermosas que he leído.

4.- ¿Y tu momento favorito para leer?
Sin duda, antes de dormir. Leer en la cama me parece super placentero, pero no solo leo en la cama, en segundo lugar de placer lector, son las tardes cuando hay silencio en casa, es decir: cuando mis gatos deciden echarse una larga siesta.

5.- Descríbenos tu rincón de lectura.
Bueno, una almohada en la espalda y sentada en la cama, jaja. Mi otro rincón de lectura es un viejo y cómodo sillón en mi estudio, junto a la ventana y al lado de mi ordenador. El trabajo siempre a mano.

6.- ¿Nos recomiendas un libro infantil?
¡Uff! Eso sí que es difícil. Hace demasiados años que no tengo que elegir libros infantiles para mis hijas, ellas son ya muy mayores. En estos momentos estoy muy desconectada de ese tipo de libros, seguro que los hay fantásticos, pero yo no los conozco.

 

Biobibliografía

Nací un 10 de marzo en Madrid, no porque estuviera previsto ese lugar para el alumbramiento, sino porque allí se encontraba mi madre cuando pedí paso a la vida. Un lugar tan bueno como cualquier otro. Aprendí pronto a escribir y a inventar historias, que plasmaba con la inocencia y la simpleza de los seres que desconocen la inmensidad del mundo en el que amanecen cada día. Pero conocer las letras me permitía expandirme hacia otras vidas y hacia otros lugares. Había aprendido a volar sobre aquellos torpes trazos. Pero pasó el tiempo y la niña dio paso a la adolescente en un país que transitaba desde la férrea dictadura franquista hacia una democracia vigilada en plena transición política. A partir de ahí, mis escritos comenzaron a tomar otras formas.

Recuerdo con especial cariño “La Cucanya”, una revista alternativa en la que escribía, que confeccionábamos de forma artesanal y que repartíamos en los bares del Casco Antiguo de Alicante, entre la juventud rebelde y fuertemente politizada de la que formaba parte. Durante muchísimos años, el activismo político y sindical ocupó mi energía, mi tiempo y, cómo no, también mis creaciones literarias. Todo se editaba en el marco compartido de la actividad de los grupos en los que militaba, pero jamás dejé de escribir. Había empezado a trabajar muy joven y, llegada a la madurez, decidí que me debía a mí misma algunas cosas, como por ejemplo, la adquisición de más conocimientos académicos. Para mí era un reto, así que estudié Sociología en la Universidad de Alicante, me licencié y continué con dos años más de Postgrado.

Inicié entonces un trabajo de investigación sobre el coltan y acumulé durante varios años más documentación con la que pretendía escribir una novela. Pero fue un acontecimiento decisivo el que me hizo plantearme en serio el publicar aquello que escribía: el diagnóstico de un cáncer de mama. A veces la vida te sacude para que retomes el camino que olvidaste recorrer. Eso fue mi sacudida. Durante seis meses escribí, estudié, recopilé y acabé publicando Makuba, mi primera novela, la primera obra que me había atrevido a publicar.

Continué escribiendo cuentos, relatos y artículos de opinión que colgaba en mi blog La vida en Jirones, hasta que me decidí a conformar un nuevo libro solo de relatos, algunos de ellos ya publicados en el blog y me atreví con el segundo libro “La cara oculta del corazón”, en el que recojo nueve de mis ‘mini novelas’ como yo las llamo. En estos momentos estoy pendiente de presentar mi tercer libro, sale este mismo mes de febrero, un thriller titulado Bajo el manto de la araña, en el que el fondo social y de denuncia de un sistema de dominación de los poderes financieros y políticos sobre el resto de la población son la base de la trama.

En cuanto a mi vida personal en estos momentos, estoy separada y soy una mujer feliz cercana a la prejubilación, que me va a hacer más feliz todavía; madre de dos hijas maravillosas que ya están emancipadas y también “madre” de cinco gatos (porque cuando se adopta un animal te conviertes en su madre, para bien y para mal) a los que quiero muchísimo.

www.marujamoyano.com