lunes, 26 de septiembre de 2016

Hoy viene a tomar el té... Robert Tatay


1.- ¿Por qué te gusta leer?
Me gusta leer porque me traslada a mundos y situaciones apasionantes. Sobre todo a momentos históricos que no he podido vivir y hay grandes escritores con los que te sientes como si estuvieras allí.

2.- ¿Recuerdas cuál fue el primer libro que leíste?
No se si fue Tots els detectius es diuen Flanagan de Jaume Ribera, La reina calva de Mercé Company o Un cavall contra Roma de Josep Vallverdú. Recuerdo, como mínimo, que estos fueron los tres libros que más me gustaron en mi infancia y no eran de los de obligada lectura que me aburrieron horrores.

3.- ¿Cuál es tu libro favorito?
Tal vez no tenga un libro favorito sino más bien un género porque cualquier libro de historia me apasiona. Hay uno en particular que he releído como cuatro veces y sigue apasionándome,  La guerra que había que ganar de Allan Reed Millett . Es un relato de la segunda guerra mundial pero no solo de la parte histórico-política sino también de situaciones personales que se vivieron en el conflicto. Otro que me pareció genial es La Nueve de Evelyn Mesquida, donde relata las vivencias de soldados republicanos que una vez terminada la guerra civil se enrolaron en el ejercito francés  para huir de la represión y acabaron liberando París.  Por otro lado también me gustan libros para puro entretenimiento como cualquiera de Ken Follet o Forsyth. Aunque uno de los libros que me conmovió, y que me lo descubrió mi novia de entonces ahora mi esposa, fue Balzac y la pequeña costurera china de Dai Sijie. Yo no era muy dado a interesarme en los libros que ella leía, siempre con mis ensayos de historia, y cuando me lo dejó no le daba ni diez paginas pero lo devoré y me pareció una maravilla. A partir de ahí me dejé llevar y ella me descubrió otros grandes libros como El lápiz de carpintero de Manuel Vilas, Temblor de Rosa Montero y a la gran Ana María Matute con Olvidado rey Gudú que algunos años después ella nos dedicaría.
Últimamente me he aficionado a leer los libros de Juego de tronos como en su día hice con El señor de los anillos hasta llegar a la gran obra del genero fantástico que es El hobbit. Tal vez estas sean lecturas que llegaron a mí por una moda pero son apasionantes y consiguen atraparte en su mundo.

4.- ¿Y tu momento favorito para leer?
Tal vez sea el tren ya que es el momento en que más deseo no estar ahí y el leer me permite salirme del vagón y viajar de verdad. Antes, cuando vivía en Barcelona en un piso compartido, muchas tardes que estaba solo me tumbaba en el sofá y dejaba que la lectura me abstrajese hasta tal punto que iba entrando gente al piso y yo seguía en mi mundo sin darme cuenta hasta que los tenía al lado y me llevaba siempre un susto de muerte. Siempre he tenido una gran capacidad de abstraerme de lo que me rodea y concentrarme solo  en la lectura.

5.- Descríbenos tu rincón de lectura.
El asiento no muy cómodo de un Catalunya-Express de RENFE, aunque el sofá de casa también es un magnifico lugar acompañado de un buen café con leche, uy, perdón que esto va de tés y tendría que hacer ver que me gusta...

6.- ¿Nos recomiendas un libro infantil?
La casa sota la sorra de Joaquim Carbó.

 

Biografía 
Nací en Tarragona en 1977 y después de dieciocho años en un colegio de monjas salí a ver mundo y me fui a Barcelona donde descubrí mi profesión actual, la radiodifusión, y un medio, la radio, que me lo ha dado todo, un oficio, una pasión, una forma de ganarme la vida y  hasta a la mujer con la que me casé el año pasado y hace nueve me dio a Lluna, una pequeñaja que devora libros como su madre.

lunes, 19 de septiembre de 2016

Hoy viene a tomar el té... Miguel Sanfeliu


1.- ¿Por qué te gusta leer?
Puestos a buscar una causa, diría que leer es una forma de evadirme. En la lectura encuentro la posibilidad de vivir otras vidas, de salir airoso de los problemas. También es una forma de dialogar sobre temas que me interesan, de ver cómo otros se han enfrentado a ellos. Leer te ayuda a ver las cosas desde otros puntos de vista y eso es algo muy adictivo.

2.- ¿Recuerdas cuál fue el primer libro que leíste?
Al intentar ir atrás en mi memoria recuerdo el cuento de los músicos de Bremen, no sé por qué, y el del traje del Emperador. También que siendo muy pequeño tenía una profesora a la que le gustaba contarnos cuentos de miedo al final de la clase. Recuerdo, por supuesto, los tebeos. Y las novelas ilustradas que publicaba la editorial Bruguera. También que hubo una época en que me dio por devorar los libros de "Los tres investigadores". Después creo que me aficioné a Poe, a Lovecraft, a Stephen King.

3.- ¿Cuál es tu libro favorito?
Una pregunta sin respuesta. Cada vez que me la hacen nombro un libro distinto. Son muchos los libros que me han impactado. El primero que recuerdo fue Las aventuras de Tom Sawyer. También suelo recurrir a un libro muy importante para mí: Pregúntale al polvo, de John Fante. O La metamorfosis, o El extranjero, o El guardián entre el centeno. Y, por supuesto, los libros de relatos de Medardo Fraile, de Cortázar, de Kjell Askildsen, de Tobias Wolff,  o los cuentos de ciencia ficción de John Varley, Bradbury, Silverberg…

4.- ¿Y tu momento favorito para leer?
En realidad, leo cuando puedo. Pero creo que el momento favorito para leer es por la mañana, algo que puedo hacer muy pocos días, pero cuando lo consigo reconozco que lo disfruto enormemente.

5.- Descríbenos tu rincón de lectura.
En vacaciones leo en la terraza de casa. Pero el sitio donde más leo es en el cuarto en el que escribo, rodeado de mis libros. Ahí es donde paso la mayor parte del tiempo y, al final, ese es mi rincón de lectura.

6.- ¿Nos recomiendas un libro infantil?
Los cuentos de Andersen o de los hermanos Grimm, aunque suene muy clásico. Luego, publicado como novela juvenil, pero que recomiendo a todo el mundo, el libro Flores para Algernon de Daniel Keyes. Fantástico.  



Biografía
 
(Santa Cruz de Tenerife, 1962) reside en Valencia. Ha publicado los libros de relatos Anónimos (Traspiés-Vagamundos, 2009), Los pequeños placeres (Paréntesis, 2011) y Gente que nunca existió (E.d.a. libros, 2012) y la novela Parece que cicatriza (Talentura, 2014). También ha publicado en diversas revistas y libros colectivos. Gestiona el blog Cierta Distancia.

lunes, 12 de septiembre de 2016

Hoy viene a tomar el té... Judith Bosch


1.- ¿Por qué te gusta leer?
De pequeña lo necesitaba para escapar, imaginar, soñar, aprender cosas nuevas… Ahora leer forma parte de mi trabajo. Todos los profesionales de los ámbitos narrativa, creación de contenidos y redacción, deberíamos leer cada día. Opino que siempre deberíamos leer más de lo que escribimos. Si no lees lo suficiente, te cierras al aprendizaje y al descubrimiento de nuevas perspectivas y registros. Al final menosprecias lo que desconoces, valoras en exceso lo que sabes y, al llegar a ese punto, resulta sencillo perpetuar manías, errores recurrentes, repetición de fórmulas narrativas y expresiones y, a todo este cúmulo de carencias, llamarlo alegremente «mi estilo».

2.- ¿Recuerdas cuál fue el primer libro que leíste?
El primer libro que leí y me impactó fue un libro maravilloso de la colección Barco de Vapor que se llama «Yaga y el Hombrecillo de la flauta». Es una historia llena de simbología. Me atrapó por completo. Habla de manera muy sencilla sobre la autoconfianza y la esencia de las personas, y evoca imágenes que no se te olvidan jamás. «La otra ventana», de la misma colección, pero para niños de mayor edad, es otro libro que me impactó mucho. No es de los primeros que leí pero lo recuerdo con muchísimo cariño y hasta hace poco lo tenía siempre conmigo. Se lo regalé a mi sobrina Martina.

3.- ¿Cuál es tu libro favorito?
La pasión de Jeannette Winterson y el diario de Katherine Mandsfield. Los guardo como fetiches. Cada vez que necesito recordar lo que soy y lo que me motiva realmente, los vuelvo a leer.

4.- ¿Y tu momento favorito para leer?
Me he puesto la norma de leer como mínimo un cuento al día. Suelo hacerlo después de comer y luego vuelvo a trabajar con las pilas cargadas. También me gusta leer a última hora de la tarde. De pequeña, y hasta los dieciocho o veinte años, acostumbraba a leer antes de dormir. Hace años que perdí ese hábito.

5.- Descríbenos tu rincón de lectura.
Leo en un sillón que mi pareja tapizó en cuero sintético rojo. Los bajos y los reposabrazos están recubiertos de esparto, para que los gatos puedan marcarlos a sus anchas. Hay un árbol, también obra de mi pareja, hecho con  poliuretano, tablas de madera y alambres. Las paredes son rojas y moradas.
Es un rincón muy personalizado, en el que todo fluye. Me gusta para leer y también para pensar.

6.- ¿Nos recomiendas un libro infantil?
Los dos que te he comentado antes son joyas para mí. El universo Roald Dahl también es un imprescindible para niños y no tan niños. El 35 de mayo de Erich Kästner, te lleva de paseo por las incoherencias que residen en el racismo, el clasismo, el miedo a lo desconocido… sin que te des cuenta y a través de aventuras, personajes y mundos que recordarás siempre. Recomiendo también, encarecidamente, a los autores españoles Rafael Estrada, Joaquín Nieto, Dolores Campos-Herrero y el libro El caso del hada falsamente ahogada de Antonio J. Cuevas.


Biografía
 
(Venezuela, 1982) Ha publicado las novelas Buscando a Ruth (Anroart 2008), Las mil caras del espejo (Veintitrés Escalones 2010), la antología Aperitivos tóxicos y otros relatos (Veintitrés Escalones 2010), Amazonas dormidas (Veintitrés Escalones 2011) y La sonrisa del estroncio (Judith Bosch, 2016). Ha participado en las antologías Doble o Nada (Huerga y Fierro 2009), El ojo Narrativo Ecos [2] (Anroart 2009), Once mensajes en una botella (Septenio 2009), Antología del Microrrelato en Canarias (Anroart 2009), Mascotas (La Pastilla Roja Ediciones, 2015) y en la antología poética Irreconciliables 2015. Ha desarrollado creación literaria para proyectos del Centro Atlántico de Arte Moderno, la Casa Museo Antonio Padrón, la revista cultural Contemporánea, el proyecto de arte independiente Alharafish, el plan de lectura Leyendo por Canarias, la Asociación Cultural Cuando el Río Suena, el proyecto de Septenio Jóvenes Estelares y la revista Lúdico-Cultural MoonMagazine. Es Cofundadora y directora de contenidos de la agencia de Branding y Narrativa Estratégica IMGENIUZ.
www.judithbosch.wordpress.com

lunes, 5 de septiembre de 2016

Hoy viene a tomar el té... Ángel Ortiz Alfau



1.-¿Por qué te gusta leer?
Mi vida no se puede concebir sin los libros, todo en la vida se lo debo a ellos. Siempre he creído firmemente que la cultura salva y más en tiempos como los que nos toca vivir. Cul­tura es arte, música, teatro, pe­ro, sobre todo, los libros; tuve la suerte de conocerlos muy pron­to y ellos me han ayudado a lo largo de mi vida, de acuerdo con lo que en una ocasión con­fesaba Montesquieu, con cierto patetismo: «no he tenido jamás una tristeza que una hora de lectura no haya disipado». La cultura es el ele­mento salvador de todo desas­tre y me he curado algún que otro dolor leyendo un libro

2.- ¿Recuerdas cuál fue el primer libro que leíste?
Me acercó a los libros principalmente mi hermano Gerardo, diez años mayor que yo, que era periodista. Era un hombre con una tremenda sensibilidad, que tuvo muchos problemas y estuvo en la cárcel del Dueso, condenado a muerte. No le mataron porque no era muy rojo, muy rojo, aunque tenía vocación marxista. Compraba libros y me recomendaba algunos títulos. Empecé a leer a los ocho años y mi primer libro fue La Isla del Tesoro de Stevenson, y pronto, Los Aforismos, de Schopenhauer. Luego vendrían algunos más de la biblioteca familiar terciada por los ejemplares que tuvieron que salir volando por la ventana.

3.- ¿Cuál es tu libro favorito?
Más que libros favoritos tengo autores favoritos, el que más Miguel de Unamuno a quien admiro por encima de cual­quier otro y cuya memoria reivindicaré siempre por maltratada. También otros como Pío Baroja, D'Ors, Otero, Castre­sana, Zunzunegui, Polo, Rin­cón, Yndurain, Aresti, Celaya, Figuera...

4.- ¿Y tu momento favorito para leer?
Soy un lector compulsivo pero, dice mi hijo Koldo, que muy riguroso. Me paso todo el día leyendo. Primero, por mi faceta de crítico literario, entre seis y doce libros semanales que leo para hacer las recensiones que publico en periódicos locales de las novedades que recibo. Me pone malo ver notas de novedades en la prensa sacadas de las solapas. Diariamente, leo tres periódicos de Bilbao/ País Vasco, y dos de Madrid. Y cuando acabo con todo esto, me dedico a disfrutar de lecturas escogidas, para paladear. En definitiva, cualquier momento es bueno para mí.

5.- Descríbenos tu rincón de lectura.
Tengo un cuarto en casa lleno de libros, de recortes de periódicos, de revistas, que empezó siendo mi "despacho". Mi esposa lo llama "la leonera". Desde ahí llevo los libros que necesito a la sala y los organizo en montones. Mi rincón de lectura suele ser una de las esquinas del sofá de la sala, junto a una lámpara de pie. Me acurruco en el sofá con mis gafas y siempre con un lapicero en la mano. Ahí devoro páginas y páginas. Los sábados y domingos, aprovecho las primeras horas de la mañana para leer en la cama. Pero si vamos al monte o a la playa, siempre llevo un libro debajo del brazo y cualquier sitio es bueno para leer.

6.- ¿Nos recomiendas un libro infantil?
Yo defiendo la lectura sobre todo, hay que leer lo que a uno le llame la atención: libros, diarios, revistas, tebeos... Nunca se debe obligar a leer. Es mejor que un chaval lea tebeos a que no lea, pero hay que mostrarles también y enseñarles a amar la literatura "buena". Tal vez recomendaría La Isla del Tesoro por lo que representó para mí, pero a mi hijo le he recomendado cantidad de libros, siempre dependiendo de su edad: El Principito, Aventura Equinocial de Lope de Aguirre, Ramón J. Sender, ...

Biografía
(Bilbao 1924-2002) 
Para aquellos que no tuvieron la suerte de conocer a Ángel en persona cosa poco difícil, dada su afabilidad- quisiera dar cuatro pinceladas de su carácter, de su saber y sobre todo de su gran humildad. Nació en el seno de una modesta familia socialista, el 26 de marzo de 1924, en el bilbaino barrio de La Cruz. Así, pues, le tocaron vivir los años de la guerra entre los doce y los quince. La posguerra, les fue mal, como a todos, pero a esta familia, aún peor ya que estaba marcada por su pecado republicano.
Así y con todo, con mucho esfuerzo, y más de un susto para la familia, en forma de pena de muerte conmutada a última hora al hermano mayor, Gerardo, o a los siete años de batallón de trabajo del siguiente, Luís.
Ángel, con alguna “trampilla”en fechas de nacimiento, pudo presentarse a las oposiciones en dos bancos, con dieciséis años, el Central, y el Hispano Americano, aprobando ambas. Pero, como dijo la periodista y amiga, Pepa Marzo, a mi padre le llamaban más las letras de los libros, que las de cambio. Sus primeras lecturas confiesa en una entrevista que le hicieron para la revista “El Abra” fueron “La Isla del Tesoro”, y pronto, “Los Aforismos”, de Schopenhauer libros que ya había leído para los ocho años.
Con la biblioteca familiar terciada por los ejemplares que tuvieron que salir volando por la ventana, a la entrada de los nacionales, a partir de ahí, todo fueron batallas por la cultura. Al principio, y a falta de recursos económicos, pues el sueldo de empleado debanca era escaso, en 1951 se“cargo”a mano el “Quijote”, en dos tomos. El primero, del10 de abril al 27 de julio, y el segundo, del 29 de julio al 10 de noviembre. Estos dostomos los vendió a un bibliófilo catalán, (Juan Sedó Peris-Mancheta), por 7.000 pesetas,lo que supuso un increíble alivio en la economía doméstica, ya que él seguía con su auténtica vocación, comprar y leer libros, y suscribirse a revistas literarias y hacer colaboraciones en esas y en otras. Alguien dijo de mi padre, que no fue un gran escritor,porque le hubiese quitado tiempo para la lectura. Esa joya bibliográfica se encuentra en la Biblioteca Nacional, en Madrid, bajo la signatura de “Cerv.-Sedó 8825-26” “El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”.Manuscrito por Ángel Ortiz Alfau (Ilustraciones, reproducción de las de Urrabeitia Viege, por Rafael Ortiz Alfau) Bilbao, 1951 2v. 33 cm. En los preliminares firmas autógrafas de Benavente, Azorín, Pío Baroja, Astrana Marín, Menéndez Pidal y Eugenio D ́Ors, con retrato que mi tíoRafael hizo de cada uno de ellos. Yo tuve la gran suerte de acariciar esos dos tomos, sin encuadernar, con una letra regular, de buen pendolista, con unas letras capitulares miniadas perfectas, y unas ilustraciones bellísimas de Rafa.
Pero Ángel era mucho Ángel. Él fue también uno de los habituales de las tertulias literarias de ”la Concordia”,de“el Café la Marina”, la del “Boulevard”, la de “el café Lion d ́Or” (allí fue donde conoció a Blas de Otero, Basaldúa, Gregorio San Juan, Ramiro Pinilla, Luis de Castresana, a Ángela Figuera, Gabriel y Juan Mari Aresti,Vidal de Nicolás, Gabriel Celaya...toda vanguardia de la llamada poesía social). Con algunos de ellos tuvo la suerte de disfrutar de una amistad más intensa. Se convirtió en un artista “toreando” la censura durante años, en su labor de crítico literario y animador cultural en diario vespertino “Hierro”. Allí le pusieron el alias de “el rojo”, pero nadie podrá decir que Ángel ninguneó a un solo autor bilbaino, fuera cual fuera su ideología.
Fueron más de cuarenta años los que Ángel estuvo con los bilbainos con inquietudes culturales, desde “los Jueves Literarios”del diario Hierro, La Gaceta Cultural, la página creada para la Hoja del Lunes. Ya , todo el resto de su vida vino rodada por la cuesta cultural. Fundó y dirigió la Colección “El Cofre del Bilbaino”, lanzado económicamente por el librero Arturo, pero seleccionando, corrigiendo las pruebas, y encargándose decolocar a una serie de suscriptores fijos, tomo a tomo, lo que ahora se ha convertido en una obra extrañísima de encontrar. Más tarde, creó y fundo la Editorial “El Tilo”, con el mismo fin que “El Cofre”, pero con una diferencia temporal importante. Y en 1987, fundó el periódico “Bilbao”, condición casi exclusiva para aparecer en las listas del Grupo Socialista, para las elecciones Municipales de ese año. Posteriormente incluyó“Pérgola”, suplemento literario que cuidó primorosamente.
Pero un hombre de esa creatividad tan intensa no puede limitarse a esas actividades. Fue, además: Consejero de EITB, perteneció a la Asociación Artística Vizcaína, fue Miembro Correspondiente de The Spanic Society of America, fue vocal de los Museos de Bellas Artes, Arqueológico, y Etnográfico. Miembro de los jurados de los premios literarios Villa de Portugalete, Guría, Villa de Bilbao, Imagínate Euskadi, Premio Euskadi del Gobierno Vasco. Ángel era mucho Ángel y estaba en todas las salsas culturales, fue Consejero del Teatro Arriaga, fundador y Presidente de la Asociación de los Amigos de Unamuno, Amigo de Número de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País, ganador en 1972 –año Internacional del Libro- de dos premios nacionales de periodismo, el Plaza & Janés, y el que convocaba la Asociación de Libreros Españoles, ganador del concurso periodístico por la III Edición de la Feria del Librode Bilbao. Fue colaborador radiofónico en varias emisoras, y fue nombrado Bilbaino del Año, en el de su fallecimiento... Pero esto no es la más importante. Lo más importante fue siempre humildad. Nunca se le oyó vanagloriarse de nada, cosa que otros se harían un libro de su bolsillo sólo para leerse su nombre en negrita. Ángel era sólo eso: Bilbao, libros y cultura. Y humildad Por supuesto que Ángel se atrevió con los libros. Suyos son“En la ruta de Don Quijote”(1964, 1976),“Bilbao en la obra de Unamuno”( 1986), “Ramón de Basterra”(1988), y el ensayo“Raúl Guerra Garrido” (1988), por supuesto dedicado al escritor. Además se cuentan por decenas sus prólogos, y por centenares los artículos dedicados a Bilbao, a Unamuno y a los escritores vascos,que como quedaba dicho más arriba, fueron sus tres grandes amores. (Sin contar a su eterna novia Victoria González de Langarica, a la que conoció con quince años, y de la que se despidió en la habitación de una clínica con un “Hasta luego, guapa”). Quizá fue este fue el principio de su fin. A estas alturas, sobra decir que el Excmo. Ayuntamiento de Bilbao, ha bautizado a una de sus salas de lectura de su Biblioteca Municipal de Bidebarrieta con su nombre, como contrapartida a la donación de su Biblioteca particular tasada en más de 25.000 libros, porque como buen bilbaino y socialista, quería que la cultura, los libros, estuvieran al alcance de todos.
También es noticia con tiempo el que le han dedicado una calle, en el nuevo Barrio de Miribilla, desde donde se ve el Paseo de Los Caños, tan del gusto de Don Miguel,por donde se le veía pasear meditando. Y –parafraseando al Alcalde de Bilbao-, Iñaki Azkuna Jauna: “como diría Baroja, Ángel perteneció a esa extraña raza de los xapelhaudis”.